Cuando las mujeres de Malawi caminan lo hacen llevando su
propia vida , sus niños, y sus familias, caminan llevando el mundo a cuestas , ellas son las que
cultivan la tierra pero no serán propietarias, caminan diez, veinte, treinta,
cuarenta, kilómetros hasta los admarcs, allí esperan días enteros para conseguir maíz en
tiempos de sequía, su adolescencia en casi la mitad de las niñas se transforma en maternidad, muchas no irán a la escuela y no tendrán oportunidad de
tomar decisiones, no tienen poder ni conocen los derechos, sus derechos…pero ellas llevan la
posibilidad de sobrevivir, de vivir,
paren sus hijos ,caminan de parto hasta días para llegar al hospital cuando
algo no va bien, con suerte las llevaran en
bicicleta, muchas morirán en complicaciones previsibles por falta de transporte o infraestructura,
otras se levantaran y seguirán alimentando a su familia, cuidando de su gentes.
las mujeres de malawi como dice Rachel, son mujeres enfermas pero mujeres fuertes , no es una vida simple, ni siento que natural, tampoco es elegida, es dura muy dura pero ellas se entregan a la vida como llega.
Me conmueve y de alguna manera me sacude, me enfrenta a mi realidad.
A lo que me sostiene.
Me van recordando la fuerza de las mujeres, una fuerza inmedible, la salvaje, y sin saberlo van despertando mi lado acomodado , ligeramente tomo conciencia de la sutil dependencia que generamos, adicciones consumistas que sistematizan la realidad haciéndola única , adormeciendo lo profundo, la capacidad de percibir , de seguir la intuición, la que sabe...
es entonces cuando atraves de otra luz, pasado un tiempo, cuando las emociones de lo convivido se han ajustado que miro atrás y encuentro mi valor, consintiendo-me mi manera de estar en el mundo y desde ahí seguir....
a ellas toda mi admiracion y profundo agradecimiento especialmente por sacudir mi realidad....